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Cultivar la Compasion...



Domingo 7 de agosto de 2022, San Agustín, Gran Canaria.


Hoy estoy de vacaciones es agosto y Domingo y siento la necesidad de volcar mis pensamientos en un papel y compartirlos con quien quiera leerlos.


Me he despertado más tarde de lo habitual y me he quedado en la cama leyendo noticias. Lo que se avecina es el horror, recesión económica, buscando culpable del desastre, todos criticando y hablando mal los unos de los otros.


Además, he recibido un mensaje de una persona muy querida, que sé que lo está pasando mal. No sé cómo ayudarla pues cuando le he preguntado para iniciar una conversación enfocada, ha dejado la comunicación.


Estos dos inputs me han llevado a preguntarme, ¿es este el mundo en el que quiero seguir viviendo?


Un mundo en el que según mi percepción todo se mide desde la acción-reacción y donde el amor y la compasión solo están en palabras, no se sienten.


La respuesta ha sido NO.


Y la pregunta que me viene es: ¿Qué puedo hacer para que cambie?

Respuesta: Sé, que es poco, pero, aunque sea poco, no quiero dejar de hacerlo y empieza por escribir y compartir este post.





Hace años que conocí el concepto budista de compasión, tal y como la entiende y lo promulga Dalai Lama cuando dice:


“no es suficiente pensar que la compasión es importante, se requiere transformar nuestros pensamientos y conductas en la vida diaria a fin de cultivar la compasión sin apegos.”


Y es algo que ha transformado mi vida, el poner mi atención en cultivar pensamientos y conductas que sean compasivas, primero para conmigo, segundo para con mis hijos, familia cercana, amigos y después con todas las demás personas con las que tengo relación.


Aunque sigo notando ese tirón interno que me lleva a reaccionar ante situaciones que aún no tengo resultas, me doy un espacio de silencio para poder dar una respuesta más adecuada a mi enfoque compasivo y amoroso.


Creo que esta es la manera de cambiar el mundo.


Durante años, estuve en el paradigma de la reacción, de la competición de tener la razón. Era muy cansado y doloroso. Me cansé de causarme tanto dolor innecesario y de causárselo a otros. Decidí que iba a cambiar mi vida y ha sido, la voy cambiando poco a poco, tanto en el que hago como en lo que pienso. Lo que he ganado es sentir tranquilidad, ha bajado mi ansiedad, mis miedos, no digo que hayan desaparecido, pero sí que los siento con una perspectiva muy diferente.


A mí me ayuda la profesión que he elegido. Después de 25 años como abogada, dí un giro para dedicarme desde hace más de 10 al coaching profesional y a la formación de coaches dentro del mundo ICF


Es una manera fantástica de influenciar en otros, de enseñar una profesión maravillosa que, aunque no es directiva, en el sentido en que no se indica al cliente por dónde ha de ir. Si que nuestro estado de consciencia influye en la conversación.


Es importante trabajarnos.


A nivel físico, cuidar nuestro cuerpo es algo que está a la orden del día, muchos nos hemos dado cuenta de que hacer ejercicio cotidianamente ayuda a tener bienestar. La alimentación también influye en el bien estar. Otro factor muy importante en nuestro bienestar físico es los pensamientos que permitimos que alimenten nuestra mente.


Tenemos más de 70.000 pensamientos al día y la mayoría de ellos son negativos.

Esto si no hacemos nada. Si hacemos algo esto puede cambiar.

Podemos hacer que entren menos cantidad de pensamientos en nuestra corriente de pensamiento y sobre todo podemos hacer que los que estén en nuestro consciente sean más positivos que negativos.


Una de las maneras para conseguir que nuestros pensamientos disminuyan y sean más positivos que negativos, es cultivando la compasión. ¿Qué es compasión?




La verdadera compasión nos dice Dalai Lama, es:


“la meta es desarrollar la verdadera compasión, el deseo sincero y genuino por el bienestar del otro y de hecho para todos los seres viviente del Universo”


¿Y como podemos desarrollar esta cualidad que nos ayuda a tener una vida más satisfactoria?


Tenemos siete maneras de cultivar la compasión:


  1. Empieza contigo mismo, empieza siendo compasivo contigo mismo, cuídate, trátate como si fueses un bebe que te llena de ternura y amor.

  2. Escuchar y no digas nada. Al escuchar de esta manera, se abre nuestro corazón, dejando de lado los juicios que asaltan y tiñen normalmente las conversaciones. Se escucha al otro con plenitud.

  3. El diálogo consciente. Cuando hablamos, lo hacemos de la escucha, desde el corazón abierto, sin juicios, ni necesidad de tener razón o dar nuestra opinión, sino desde el compartir lo que sale de nuestro lugar más sabio y amoroso.

  4. Saber perdonar vale mucho. El perdón es la práctica más poderosa para llegar a tener un corazón compasivo. Sabernos perdonar a nosotros mismos. Lo ocurrido, ya ha ocurrido y solo podemos cambiarlo en nuestra mente. Nuestra mente ha de estar entrenada para entender que esta vida es un proceso de aprendizaje, en ese aprendizaje podemos transformar nuestro dolor y bañárlo con amor.

  5. La práctica de la generosidad. ¿Qué es generosidad? La generosidad es una actitud. Es dar sin esperar nada a cambio. Es dar desde sentirnos plenos y satisfechos. Es dar desde un corazón rebosante de amor y compasión. La generosidad es servicio.

  6. Prueba "la meditación del amor bondadoso". También: conocida como la meditación Metta. Practica conectar con:


  1. Nuestra mente para llenarla de pensamientos de amor.

  2. Nuestro corazón para que se llene de abundante deseo de amor.

  3. La manera de practicarlo es:

    1. Conectar con nuestras sensaciones físicas, por ejemplo, con nuestra respiración, sentir como se hincha y se deshincha nuestro cuerpo al ritmo de nuestra respiración, esta atención nos tranquiliza y nos ayuda a enfocar nuestra atención.

    2. Una vez que podemos guiar nuestra atención, enfocarla en nuestros pensamientos, sobre alguna persona que queremos y sabemos tiene dolor, sea físico o emocional.

    3. Llevamos a esta persona a nuestro corazón y la envolvemos de amor, repitiendo frases como:

      1. Deseo que seas feliz

      2. Deseo que estés libre de todo mal

      3. Deseo que sientas alegría y felicidad.

    4. Así todo el rato que puedas para que cada vez el sentimiento sea más fuerte.

  4. Esta Meditación genera en nosotros pensamientos y sentimientos de amor hacia esas personas que traemos a nuestra consciencia

7. Sea un modelo de conducta. Todo empieza por nosotros mismos, una vez que nosotros estamos entrenados y nuestra conducta lo refleja, somos ejemplo y sobre todo generamos un cambio significativo en nuestros entornos.

Esta es mi contribución para compensar la cantidad de dolor y noticias sobre un futuro doloroso y de horror.

“Deseo que seas feliz. Deseo que estés libre de todo mal, deseo que sientas alegría y felicidad.”




 





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